su origen está en el siglo xviii. al comienzo de la batalla de los 7 años (1756-1763), el duque de richelieu consiguió una notable victoria en el puerto de mahón (menorca). en la cena de celebración, el cocinero iba a hacer una salsa de crema y huevo, pero usó aceite de oliva y salió la mahonesa o mayonesa, como se prefiera.
hay infinidad ded variedades según lo que se le añada: pepinillos, alcaparras, perejil y huevo duro picado y nos da la salsa tártara. añadiendo mostaza se consigue una salsa de mostaza muy suave.
la elaboración de la mahonesa es con mortero o batidora. en cualquier caso, se añade un poco de aceite de oliva a un huevo crudo, sal, vinagre o limón y se machaca o bate hasta conseguir homogeneizarla. a continuación se sigue añadiendo aceite en un fino hilo, muy despacio y sin dejar de batir la mezcla. también se puede hacer añadiendo todos los ingredientes (el aceite de golpe) y luego usar la batidora pegada al fondo y a máxima potencia. en cuanto empieza a emulsionar la salsa, se levanta el brazo y se va moviendo para homogeneizarla.
es una salsa tan rentable que vale para casi cualquier cosa. además, si se suaviza con leche queda más líquida y vale de aliño para ensaladas. si le añadimos caldo de marisco o de pescado y emulsionamos de nuevo nos vale como un perfecto aliño para la ensaladilla rusa.
una solución para muchos platos insulsos.
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